September 25, 2007

Doña Primavera



Cuando vivíamos en Sao Paulo, en el colegio nos enseñaban las diferencias entre las estaciones del año. Era bien difícil creerle a la profesora que hablaba de las características del clima y que no calzaba para nada con lo que vivíamos en esa ciudad. Yo miraba por la ventana y no llovía nada en el invierno ni se caían las hojas tan notoriamente durante el otoño. Entonces pasaron los años. Y llegamos a vivir a Santiago. Y descubrimos con los colores, los olores, las temperaturas, los estados de ánimos de las personas, que las frutas y ropa que se guarda por temporada… en ese detalle, mi closet es el mismo, aclaro, para todas las estaciones… con un chaleco más o un calcetín menos, la ropa que uso todo el año es la misma. Cero creatividad estacional. Me iba por las ramas… vuelvo: De doña Gabriela, no sé mucho. Pero la primavera del jardín de mi madre esta vez me inspiró un poco más. Aunque me gustan los días nublados y el otoño es un placer, el invierno me conmueve y el verano me conviene… Me gustó la primavera así que retraté algunos detalles del fin de semana… un regalo.

Doña Primavera









Doña Primavera
viste que es primor,
de blanco,
tal como limonero en flor.


lleva por sandalias

unas anchas hojas
y por caravanas
unas fucsias rojas.







¡Salid a encontrarla
por esos caminos!
¡Va loca de soles
y loca de trinos!





Doña Primavera,
de aliento fecundo,
se ríe de todas
las penas del mundo...





No cree al que le hable
de las vidas ruines.
¿Cómo va a entenderlas
entre los jazmines?


¿Cómo va a entenderlas
junto a las fuentes
de espejos dorados
y cantos ardientes?





De la tierra enferma
en las hondas grietas,
enciende rosales
de rojas piruetas.





Pone sus encajes,
prende sus verduras,
en la piedra triste
de las sepulturas...





Doña Primavera
de manos gloriosas,
haz que por la vida
derramemos rosas:


Rosas de alegría,
rosas de perdón,
rosas de cariño
y de abnegación.









Gabriela Mistral




fotos mías, v región - Chile, septiembre 2007